Hola: Dejo un enlace a un libro de Slavoj Zizek, titulado «En defensa de la intolerancia», editado por Sequitur. Por si fuera «deinterés»

http://www.resistenciavegana.es/descargas/Fanzines%20Variados/Tematica%20Lucha%20Social/En%20defensa%20de%20la%20intolerancia/En%20defensa%20de%20la%20intolerancia.pdf

El libro es breve y se puede leer rápido. Contiene varios capítulos cortos y hay uno que toca de lleno el tema de la multiculturalidad. Se titula «La tolerancia represiva del multiculturalismo» y se puede leer de manera independiente, sin entrar en el resto de capítulos: pag. 55-63

Dejo un pequeño resumen:

Para Zizek el multiculturalismo es la forma ideológica ideal del capitalismo global. El culturalismo es esa actitud que desde una hueca posición global, trata todas y cada una de las culturas locales de manera en que el colonizador suele tratar a su colonizado: “autóctonos” cuyas costumbres hay que conocer y “respetar”. El multiculturalismo es considerado por Zizek como una forma de racismo, “un “racismo que mantiene las distancias”: El respeto multicultural por la especificidad del otro no es sino la afirmación de la propia superioridad. La posición Universalista desde la que hace gala de tolerancia está vacía. El multiculturalismo sería la demostración de la homogeneización sin precedentes del mundo actual. Al centrarse en la lucha por las diferencias culturales, se pasa por alto la verdadera lucha contra la homogeneidad de base del sistema capitalista mundial. “La verdadera lucha política se transforma en una batalla cultural por el reconocimiento de las identidades marginales y por la tolerancia con las diferencia. El multiculturalista liberal tolera al Otro mientras no sea otro real, sino el Otro aséptico del saber ecológico premoderno, el de los ritos fascinantes, etc., pero tan pronto como tiene que vérselas con el Otro real (el de la ablación, del de las mujeres veladas), se acaba la tolerancia. Para Zizek el planteamiento tolerante del multiculturalista elude la pregunta decisiva: ¿cómo reinventar el espacio político en las actuales condiciones de globalización? Para Zizek una dosis de intolerancia es necesaria para suscitar esa pasión política que alimenta la discordia y oponerse a esa actitud dominante de los que están interesados en que no se politice la economía.
En otro capítulo del libro, que lo titula “!Es la economía política, estúpido!” afirma que la novedad de una época en la que se ha anunciado el fin de las ideologías es la radical despolitización de la esfera de la economía: el modo en que funciona la economía (la necesidad de reducir el gasto social, etc), se acepta como una simple imposición del estado objetivo de las cosas. Cualquier discurso sobre la participación activa de los ciudadanos siempre va a reducirse a una cuestión “cultural” en torno a diferencias religiosas, sexuales, étnicas o de estilos de vida alternativos y no se permitirá la profundización del debate ni el meterse en cuestiones de mayor alcance

Hasta pronto