Tertulia de Febrero
Como segundo sábado de mes, se convoca la tertulia de filosofía para mañana, día 8 de febrero, con el tema que más apoyos ha recibido (casi el doble que es siguiente) en la improvisada votación: “Ética de la responsabilidad vs. ética del deseo”.
A la vista del desarrollo de las últimas reuniones, la cita será en principio en la sala de la “Cacharrería” del Ateneo a partir de las 12h , aunque de no poder estar allí se buscaría sitio en la cafetería del Ateneo; en caso de no poder estar tampoco allí, nos intentaríamos trasladar a la cervecería “Rincón Cruz Blanca” de la esquina (c/ Prado 25).
Un comentario para “Tertulia de Febrero”
Hola.
Sospecho que el tema de la tertulia de mañana tiene que ver con el dilema ético al que, según Max Weber, se tiene que enfrentar un político en su esfera de acción, en su acción política. Si esto es así, sería útil dejar un enlace a su libro –conferencia- titulado “El político y el científico”.
http://www.hacer.org/pdf/WEBER.pdf
Como no hay mucho tiempo para leerse toda la conferencia, que es hiperdensa, enmarco un poco las últimas páginas del libro donde toca la cuestión de las dos éticas. De las tres primeras cuartas partes de la conferencia se podría prescindir. A falta de bibliografía complementaria o de otras propuestas, hago yo la mía. Se podría empezar directamente en la página 32 –o, en todo caso, unas pocas páginas antes-, hasta el final de la conferencia, hasta la página 38.
El repaso –muy detallado- que hace Weber de la política como vocación llega al terreno de la ética cuando se pregunta cuáles son las cualidades que ha de cumplir un político para estar a la altura del poder y de la influencia que tiene sobre los otros hombres. Estas cualidades consisten para Weber en pasión, responsabilidad y mesura -el problema estribaría en cómo conseguir que vayan juntas la pasión ardiente y la mesurada frialdad-. Además, el político tiene que evitar dos pecados mortales: la ausencia de finalidades objetivas y la falta de responsabilidad.
El político además ha de servir a una causa que dé sentido a la utilización y a la búsqueda que hace del poder –ya sean finalidades nacionales o humanitarias, fe en el progreso, etc.-. Y es aquí, según Weber, donde nos encontramos con el ethos de la política como causa y donde pueden chocar concepciones básicas del mundo. ¿Cuál es la verdadera relación entre ética y política? ¿Hay alguna ética en el mundo que pueda imponer normas de contenido ético a las relaciones eróticas, comerciales, familiares?. Para Weber la relación de la ética con la política es complicada ya que la esencia de la política es detentar como medio específico de acción el poder, y tras todo poder se esconde la violencia. Sin embargo, gran parte de las éticas tienen como mandamiento principal no resistir al mal con la fuerza. Además, esta ética absoluta que puede orientar la acción política y que Weber denomina acósmica no se pregunta por las consecuencias, mientras que la política ha de estar guardando una congruencia entre los principios y causas a los que sirve y las consecuencias que puede generar con su acción política.
Con esto se llega a lo que para Weber es el punto decisivo de su conferencia. “Toda acción éticamente orientada puede ajustarse a dos máximas fundamentalmente distintas entre sí e irremediablemente opuestas: puede orientarse conforme la ética de la convicción o conforme a la ética de la responsabilidad. No es que la ética de la convicción sea idéntica a la falta de responsabilidad, o la ética de la responsabilidad, a la falta de convicción (…) Hay una diferencia abismal entre obrar según la máxima de una ética de la convicción, tal como la que ordena el cristiano obra bien y deja el resultado en manos de Dios, o según una máxima de la ética de la responsabilidad, como la que ordena tener en cuenta las consecuencias previsibles de la propia acción (…) Cuando las consecuencias de una acción realizada conforme a una ética de la convicción son malas, quien la ejecutó no se siente responsable de ellas, sino que responsabiliza al mundo, a la estupidez de los hombres o a la voluntad de Dios que los hizo así. Quien actúa conforme a una ética de la responsabilidad, por el contrario, toma en cuenta todos los defectos del hombre medio.
Hasta pronto.